Después de todo lo que he vivido siempre llego a la conclusión que no entiendo
a las personas negativas, las acepto pero muy dentro de mí, me dan tristeza porque
no sé qué quieren, no sé qué los hace felices, no sé qué les disgusta tanto de
la de la vida, es curioso pero la mayor parte de la gente negativa está sana y
se auto destruye en el alcohol, en las drogas, en los vicios o en las adicciones,
tienen trabajo y no quieren darlo todo casi siempre toman a mal las retroalimentaciones laborales, tienen amor y no lo cuidan, tienen dinero y no
dan limosna de un peso, me genera aún más curiosidad el enojo por aquella sonrisa o éxito del tercero, su
incapacidad de amar y perdonar por creerse Dios “todo no te perdono”, porque no
pueden amar, sin soltarse de sí mismos y lo peor de todo que porque les da
temor ser felices aunque el aire los despeine.
Conozco el tema a la perfección y
lo digo abiertamente por que caí en mi
propio hoyo personal negativo donde mi poderosa mente, ansiosa de amor pero
contaminada de todo los males y temores que pueden existir en el mundo,
dominaron mi cabeza, desatando la caja de Pandora que todos llevamos dentro.
¿Han conocido acaso alguno de ustedes sus propios pensamientos más iluminados y
más oscuros y no han querido huir de
ellos?
Si no lo han hecho, la verdad déjenme
decirles no han vivido, no han tocado fondo, no han crecido y no se conocen a sí
mismos y lo mejor o peor de todo no han dado ese paso de la inmadurez a la
madurez.
Porque mejor en vez de envidiar y
destruir las alegrías naturales de las demás personas, intentamos desarrollar y trabajar la nuestra primero, ¿por qué no nos
gusta estar sanos del cuerpo y la mente? ¿Qué recuerdos de alegría han sido suprimidos
en nuestras vidas que no nos permite disfrutar de un día soleado, de una
lluvia, de un día sin tránsito, o un día de campo, o una simple caricia… a
veces considero que tanta queja, mala cara, grosería, indiferencia es malestar…
es furia y temor mal encausados.
Es cierto que todos deberíamos cuidarnos y darnos amor a
nosotros mismos como si, fuésemos esos niños internos que hay dentro de uno y
es cuando me pregunto yo ¿De la misma forma que te tratas ahora, tratarías a tu
niño(a) interno? Bueno, duele aceptar que no hace mucho tiempo fui una persona con malestares mentales que asustaban a los hombres "más fuertes y valientes" (adapte un tono sarcástico), llena de complejos, llena de miedos, llena de abandonos, llena
de apegos, llena de interminables cosas a medias, llena de pérdidas materiales
y afectivas y ahora que empiezo a cuidar otra vez mi niña interna, creo que esa es mi mayor y real culpa pueden creer, nueve años donde me he fallado como madre, como hermana, como amiga, como
maestra de mi propio yo.
Porque es cierto nadie toma decisiones por uno, pero también
es bien cierto que aprender a discernir
y realizar las cosas con conciencia lleva tiempo, madurez y experiencia para lograr
ese equilibrio emocional, ya que no es una cosa fácil sentar a todas tus emociones en el lugar que les corresponde.
Buena pregunta para tomar
decisiones antes de pensar en ser padres, o un claro concepto de la fidelidad
que decimos tener con nosotros mismos y con lo que llamamos “compromiso”. Increíble
no, queremos fidelidad y engañamos al cuerpo con sustancias para hacernos
sentir bien, o mejor aún queremos ser padres pero vivimos criticando las
acciones de las demás personas o de quienes si tienen la convicción de ser
padres, diría Sócrates: “Si no es verdadero, si no es bueno y no es necesario
para mí,” no vengas a contarme, no vengas a contaminarme. Yo soy fiel partidaria
de que tu cabeza no es mi cabeza y mis pies nunca pisaron tus mismos caminos
por eso no puedo reprochar, no puedo juzgar, no puedo odiar, no criticar. Las experiencias
de vida y la idiosincrasia de las personas de verdad no pueden ser medibles ni
comparables, ni que fuéramos todo el tiempo predecibles. He de confesar que la
gente que tira las primeras piedras sin estar libres de pecados si me dan lastima.
Me volví negativa por dejar de
cuidar a mi niña interna y toque fondo. Aceptar que necesitas ayuda y sobre
todo intentarlo y dejarte se siente bien, abiertamente digo y admiro que el trabajo de los psicólogos es admirable, es
paciente, es tolerante, es empático, es imparcial y para mí son doctores del alma y del espíritu
que curan con la palabra, ¿acaso creen que solo somos cuerpos hechos de carne?
No señores somos humanos, no somos maquinas controlables y de metal, no somos
seres fríos, y hasta ahora somos únicos y de verdad agradezco que aun la ciencia no
avance tanto para ser una copia aun de mí. Muchos sentimos y algunos somos menos resistentes
que otros ante las adversidades de la vida pero eso no nos hace más, no nos
hace menos.
Por mucho tiempo sentí tristeza
pero ahora entiendo que me ha permitido conectarme con esas personas, con esos
momentos que uno cree insuperables. No es malo sentir en realidad, es malo no
permitirse sentir y no vivir, por lo mismo un día decidí renunciar a lo negativo y volver a
ver el cielo, a la calle, a la gente, decir gracias, escuchar a los demás, comprender, escuchar música, bailar, abrazar,
reír, llorar, escuchar, empatizar, comer, rezar, amar, jugar, leer, acercarme mas a mi familia, ejercitarme, darme mis tiempos, estar con mis animales, fomentar el compañerismo, perdonar e intentar todos los días a eso yo le llamo
vivir. Admiro increíblemente a las personas que han tenido la fuerza de voluntad de salir día con día a darle una mejor cara a la vida, a sus familias, a sus parejas, a su entorno, a sus circunstancias, pese a sus acciones pero aun mas es mi respeto de quien decide y tiene la valentía de luchar contra lo negativo de nuestro yo interno y que aun así mantienen la fe que no necesariamente debe estar en Dios, si no en nosotros de tener el deseo y la honestidad de mejorar para nosotros mismos, bien dicen que no hay peor enemigo que uno mismo.
Aceptar que soy capaz de sentir, discernir y ahora si tomar las riendas
de mi propia vida no me hace intensa, no me hace neurótica, no me hace dramática
no me hace toxica me hace ser la
artista, el personaje principal, la reina, la escritora, la dueña de mi vida y
sobre todo valiente para mí.
Es bien cierto que la gente
comete errores y esos errores son aprendizajes que te pueden marcar de por vida
pero también negarte a ti mismo todo aquello que sabes que podría mejorar tu
vida no nada más en ese aspecto personal, si no social, espiritual,
laboral y universal es como abandonar a tu niño interno mientras
aprende a andar en bicicleta en una colonia que apenas conoce.
Cuanta gente se abandona al
sentir odio, ego, enojo, orgullo, complejos, miedos, vicios, adicciones, temores,
soledades mal disfrutadas, rencores. Se abandonan, se enferman y mueren tal vez
con ganas de vivir.
Ser intensamente humano solo es ordenar de la manera correcta y sana las emociones para usarlas en el momento correcto.
Esas voces tienen vida al igual que uno, solo hay que aprender a manejarlas, quererlas, aceptarlas y darles un mejor equilibrio.
Amemos a nuestro propio
niño interno.
P.D. BELLÍSIMA Y ALTAMENTE RECOMENDABLE “INTENSA MENTE”.
Por la rebelde, loca e insumisa.