“La música
compone los ánimos descompuestos y alivia los trabajos que nacen del espíritu.”
Miguel de
Cervantes (1547-1616)
Escritor
español.
¿Quién no ha tenido que cambiar de su reproductor una,
tras otra y otra vez a la flecha de
“siguiente”, por aquella pequeña angustia o descontrol, de no encontrar la
canción adecuada para ese momento o a ese estado de ánimo, que tanto queremos
aliviar o sentir, más allá del dolor?
¿El escuchar música Clásica me hace una mujer cuarentona?
¿Me hace una persona agresiva y explosiva, sacudir mi cabeza por bailar a ritmo
del Garaje Punk? ¿O de plano somos muy melosos y sensibles los que gustamos de las
canciones de amor? ¿Quién no ha bailado un ritmo latino para gozar la fiesta?
¿Quién no siente las playas de Oaxaca cerca mientras se escucha un buen Surf?
La música es un lenguaje universal que permite crear
conexiones, emociones, sensaciones y una interpretación sonora y mental por
medio de los sonidos, ritmos, acordes y letras que la constituyen, aclaro no
sabré mucho de música para ello me faltarían siglos de conocimiento sobre la
evolución humana y de la naturaleza, para poder decir sé de música. La misma
madre naturaleza recrea su propia música con sus seres vivos, que tal vez
aunque ya no sean tan apreciables para
el tecnológico y avanzado ojo virtual, Hay que darle su renombre y respeto al
temeroso sonido de una tormenta, al imparable movimiento de un rio, o el cantar
infinito de un grillo por ver llover, y sonido del viento por los múltiples
besos con lo arboles.
La música
sabemos que produce efectos a
nivel biológico, sociológico, espiritual, intelectual, social y psicológico.
¿Diablos y por eso les dicen locos, a los músicos? Yo los llamaría gnósticos
musicales, lástima que sea necesario etiquetar nuestro conocimiento siempre para
que la sociedad nos acepte.
Si no te puedes desconectar de la computadora porque
estas a las tres de la mañana tocando un instrumento, escuchando música, o
leyendo sobre ella, el culpable es tu hemisferio derecho dado que se encarga de
la percepción y el procesamiento musical. Experimenta y analiza tu ánimo rudo
si te pones unas rolas de Heavy metal, o que tal la magia de sanación y amor
que te regala un Huapango Huasteco, no olvidemos La música Banda, que tal vez a
no nos termine por agradar (como es en mi caso) pero que bien se siente cuando
estamos con el ánimo de despecho y desamor, cuando queremos imaginar y
sentirnos tal vez un poco más creativos haz una pequeña introspección con algo de Psicodelia, anima a
tu ser sensual con un Blues y tal vez si quieres cierra con paz y armonía
poniendo unas lindas mantras para alinear los Chacras.
Debemos de reconocer que la música la hemos creado,
utilizado y potenciado para ánimos de agresividad, como para la tranquilidad,
al igual que la empleamos en la relajación, la concentración, dormir, y la estimulación. Un ejemplo claro es la
manera en como tu instructor de gimnasio a través de la música despierta
emociones para tu rutina donde su único fin es seguirte motivando a que persistas y alcances tus objetivos; Hip Hop y Rap para boxear, Música electrónica para aerobics, piezas
bailables para la zumba por mencionar algunos.
Si escuchas a tu cuerpo con un poco deRock and Roll tus frecuencias cardiacas y movimientos
nerviosos exteriorizaran tus sentimientos y te dirán que la guitarra de Jimmy
Page no tiene salvación. La música
clásica en cambio nos producemovimientos lentos, y ninguna alteración constante
y circulatoria lo cual nos induce a la paz, así que mujeres, cuando andemos neuróticas
por la visita del mes, recomiendo escuchar a Mozart.
Si queremos aumentar nuestros reflejos y nuestra señal
de alerta recomiendo las notas agudas como es el caso de los vehículos y sus cláxones, ya que actúan sobre las
contracturas musculares para despertar el sentido de alerta. En cambio las
notas graves tienen influencia sobre las zonas corporales huecas como lo son los
pulmones, el corazón y abdomen, los cuales captan mejor las resonancias, imaginemos la
vibración que se queda en el pecho tras recibir las ondas sonoras de un potente
bajo.
Escuchar y comprender la música para las personas
melómanas va más allá de solo reproducirla
una sola vez, tal vez tienen que escuchar una misma pieza miles de veces,
para poder identificar la entrega total de quien la compone y quien la toca. Es
una alta fidelidad a algo que no es tan visible y aceptable para muchos, pero que desencadena todo tipo de emociones,
pasiones, pensamientos, sentimientos, energías, motivaciones y por qué no
comentarios críticos y analíticos que
pueden convertir una fiesta en un campo de batalla, aceptémos que nuestros ánimos
melómanos, son igual de volubles que nuestro reproductor o iPod. Los ánimos
melómanos de cada ser vivo es lo que hace tan universal a este lenguaje ya que cada quien interpreta a la Música como quiere y como lo necesita. Lo importante aquí, es no
dejar de escucharnos entre nosotros y
por supuesto, a nosotros mismos. Aceptemos estos ánimos, para obtener un mejor
proceso y trascendencia en nuestra inteligencia social y emocional. Por ultima,
si los ánimos melómanos de otra persona
no terminan por agradamos solo escucha, analiza y comprende el por qué no te
gusta, eso no te cerrara caminos al contrario abrirá panoramas en el
auto conocimiento de tu propio ser para escuchar el interior de tu cuerpo y
mente.